Brilla la cruz de Santiago... porque está ardiendo

Humo y tierra. Eso es a lo que se están reduciendo todos los bosques Galegos, que también de España. No olvidemos que la mitad de masa arbolada de España se encuentra (más bien se encontraba) distribuída entre Galicia y el País Vasco.
Sin embargo, en éste último sitio parece que se tiene más respeto por la naturaleza y mucha menos persividad con los constructores afanosos de encontrar terreno barato para dar el pelotazo de turno. No olvidemos que en medio también anda el ansia de algunos ganaderos, a quienes no les importa acabar con el patrimonio común en aras de conseguir cuatro miserables hierbajos para que pasten sus vacas.
Ay, A verde Galiza que antes era así:


Ahora se está convirtiendo en esto otro:



Ahora vendrán los chaletes y campos de golf que harán las delicias de los ricachones, y no tan ricachones que sean capaces de endeudarse a 30 años para tener su casita en la urbanización de lujo afincada en la Verde Galicia. Galicia que se está transformando practicamente en la Tercera Castilla.

Esos árboles, fijadores del suelo para que la capa fértil no sea arrastrada por el agua y la tierra queda desertizada. Unos auténticos almacenes de agua, que provocan que el Norte sea la zona más pluvial de la península. Veros retenedores de CO2, que ahora liberan con furia hacia la atmósfera como Castigo a los incendiarios.
Gran castigo a esos mequinos prendedores de fuego (no confundir con los pirómanos de la Ministra, que para ella todo esto es solo obra de Unos pirómanos locos; los intereses ecónomicos visibles para todos, simplemente, no existen).


Ya sólo quedan dos opciones:

• Quedarnos a verlas venir (como la foto superior, que representa al 80 ó 90% de españoles).
• Actuar contra toda la macroestructura político-económica que causa este despropósito. En esta opción aporto ideas (quien quiera añadir más, pos a los comentarios).

1. Se acabó lo de comprar la casa playera, en la montaña o en el campo... Si quieren usar los terrenos para edificar tropocientosmil chabolos, que se los coman ellos con patatas. Si no vendieran ni uno, dejarían de buscar suelo para urbanizar.
2. Justica vs. Codiciosos. Tan sencillo como enchironar a todos los constructores, especuladores y concejales de urbanismo (todos, me da igual el partido). Sólo saldrán aquellos que se demuestre que no cometieron ninguna ilegalidad, como pelotazos o construcción sobre zonas quemadas. Además, de propina, bajarían los precios de los pisos.
3. Al que se le pille quemando o se demuestre su posterioridad a positerori, al helicóptero y dejarlo caer sobre el centro del incendio de turno. Algunos se lo pensarían dos veces, puede no ser tan rentable el ganar un número determinado de millones frente al riesgo de acabar carbonizados.
4. Prohibición absoluta de tráfico de madera proveniente de bosques quemados (aprovechable en un 85% gracias a la protección brindada por la corteza). A la empresa que se le pille, dueño al incendio y empresa a manos del Estado.
   

¿Fuertes las opciones? Igual de fuertes son los incendios, que casualmente a medida que se reducen los bosques Gallegos, también disminuyen las precipitaciones. Tan sencillo como que donde no hay bosque, llega la estepa. Luego, el desierto... Y si no, mirad Almería: Arbolada hasta entrado en el S.XIX, la fiebre de la Revolución Industrial los transformó en madera y carbón vegetal. Ahora, un simple desierto que poco a poco se va extendiendo.

¿En serio es rentable todo esto que se le está haciendo a nuestros bosques?