Homenaje a Villalba de los Alcores

Hoy quisiera hacer un homenaje a las gentes que habitan un pequeño pueblo de los Montes Torozos, en la Provincia capitalina de Castilla (Valladolid). Su nombre es Villalba de los Alcores, y no pasa de ser una localidad de 531 habitantes sometida a los avatares del envejecimiento poblacional y la despoblación por abandono del campo (como la mayor parte de pueblos Castellanos).

El asunto a destacar es que, en medio del huracán mediático surgido a raíz de la galopante corrupción que reina en nuestros ayuntamientos, el alcalde del pueblo ha propuesto en forma de referéndum la construcción de un campo de golf, hotel de lujo y urbanización. Dicha consulta popular, surgió después de la negativa por una parte de los vecinos. Desde aquí doy la enhorabuena a sus habitantes, que se han decantado finalmente por el NO:

Un proyecto urbanístico es rechazado tras una votación popular en referéndum


Los vecinos de Villalba de los Alcores han dicho 'no' a una serie de obras planeadas por Desarrollos Naturales Siglo XXI, que contaban con la bendición de la corporación municipal (del PSOE), pero con la desaprobación del pueblo.

Estaba prevista la construcción en el municipio de un hotel de cinco estrellas con un campo de golf de seis hoyos, un campo de equitación y un coto de caza mayor, pero la votación en referéndum ha ha cerrado las puertas a cualquier negociación al respecto entre los promotores y el Ayuntamiento.

Los concejales del ayuntamiento (tres del PSOE y tres del PP) decidieron convocar el referéndum al verse sobrepasados por la repulsa del pueblo a las obras.

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De los cuatrocientos que integran el censo electoral votaron 265 y 180 respondieron 'no'.

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Sin embargo, considera que "en municipios pequeños el Ayuntamiento debe contar con el pueblo, con los vecinos, porque yo no voy a estar siempre en el cargo y mis decisiones pueden ser erróneas".

Fuente

Lo que a estas alturas sigo sin entender, es el ansia por parte de los especuladores de instalar campos de golfo allá donde haya tierras donde poder construirlos. Tampo alcanzo a comprender por qué han venido los constructores del Levante a destruir también Castilla. Una de las posibles razones pueda ser una serie de alcaldes complacientes y fácilmente corruptibles, unas diputaciones donde el caciquismo del PP alcanza cotas alarmantes, y una Junta más preocupado de defender el pelotazo, que de mejorar la calidad de vida de los Castellanos. ¿Realmente los Castellanos merecemos esto?